domingo, 17 de agosto de 2014

La comunicación indígena y campesina, protagonista en los procesos de transformación en Bolivia (I)

La comunicación indígena y campesina, protagonista en los procesos de transformación en Bolivia (I)



Sistemas comunicacionales radiales y audiovisuales en manos de hombres y mujeres indígenas y campesinos controlando todos sus procesos, desde la idea y el guión hasta la emisión en la televisión pública o las radios, pasando por el rodaje y la producción. Y todo ello desde una visión y determinación colectiva, comunitaria. Donde no hay directores ni venta del producto a las salas de cine; pero hay decisión política de empoderarse en el uso y control de los medios de comunicación al servicio de los procesos propios.
Lo resumido más arriba es el proceso que se desarrolla en Bolivia durante los últimos más de quince años a cargo de las organizaciones indígenas originarias y campesinas de ese país. Proceso que hoy se ha convertido en una referencia comunicacional nacional e internacional por su amplio desarrollo e importantes resultados, pero especialmente por su característica principal que es la visión y práctica comunitaria. Proceso que desde sus inicios ha partido del respeto al protagonismo de las organizaciones como sujetos políticos y desde el convencimiento de que, no solo es posible, sino que debe de ser una apuesta política apoyar procesos verdaderamente transformadores y emancipadores frente a la injusta realidad social, económica, cultural y política que hoy vivimos la mayoría de pueblos y personas en este planeta.
Sería el año 1995 cuando se inician los primeros pasos en esa idea de un trabajo que permita el empoderamiento indígena y campesino del medio audiovisual para poner éste al servicio de sus procesos sociales, culturales pero también económicos y políticos. Así nació el inicialmente denominado Plan Nacional de Comunicación Indígena y que hoy constituye ya el Sistema Plurinacional de Comunicación Indígena Originario Campesino de Bolivia. Dicho Plan se estructuraría en base a tres pilares básicos que hoy en día siguen establecidos como tales. La formación técnica en el conocimiento y control de los medios (guionización, luz, sonido, cámara, producción…); la producción de materiales audiovisuales (videos, televisión y radio) centrados en el abanico de tipos más amplio posible (ficciones, videoclips, documentales culturales o reivindicativos…), y la difusión de los mismos en comunidades y centros urbanos. Pero lo importante es que los protagonistas de estos pilares serán hombres y mujeres elegidos en sus comunidades y organizaciones de base y quienes definan necesidades, orientaciones y materiales a realizar. Incluso los guiones escritos de forma colectiva incluyen en muchos casos a las propias comunidades, demostrando que se puede hacer comunicación de otra forma diferente a la dominante, presa del mercado, el consumo y los lineamientos de determinados grupos de poder.     
Las difusiones se llevarán adelante, en primera instancia en las comunidades. Por una parte, prima la determinación de devolver los productos a sus verdaderos protagonistas. Por otra parte, la opción de trabajo en las comunidades indígenas y campesinas busca generar procesos participativos de reflexión y debate en torno a problemáticas variadas: pérdidas de elementos culturales, indefensión ante la discriminación y el racismo o, formación para la participación en los procesos de estos pueblos frente al estado neoliberal. Así como, posteriormente, en el fortalecimiento del proceso de transformación que vive el país para la construcción del nuevo estado plurinacional, de nuevos modelos económicos y de relacionamientos en la diversidad y todos ellos bajo el paraguas que constituye el paradigma del Buen Vivir como alternativa civilizatoria. 
Esas difusiones y procesos de reflexión se fueron extendiendo igualmente por los centros urbanos, visibilizando en éstos lo que ocurría en las comunidades y las alternativas que desde allí también se generaban. El nivel máximo de este pilar, posiblemente se articula en la consecución, a partir de los años 2002-2003 de un espacio en la televisión pública, a través del programa “Entre culturas”. Con alcance para todo el país y sin permitir injerencias en la definición de la programación, esta será la primera vez en la historia del país que los pueblos indígenas y campesinos tienen un espacio propio a este nivel. Posteriormente, durante el periodo de la Asamblea Constituyente (2006-2007), se logra emitir un segundo programa (“Bolivia Constituyente”) en directo y semanal, siendo el único programa televisivo que hizo un seguimiento pormenorizado y continuo de los trabajos y problemas de este importante periodo reciente que debatía la nueva constitución política del estado plurinacional.

Fuente: http://www.eldiario.es/norte/vientodelnorte/Bolivia-comunicacion-campesina-protagonista-transformacion_6_287031305.html

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